Invocaciones, Luz y sonido

La luz y el sonido son dos fenómenos cotidianos y también, altamente simbólicos. Tanto la una como el otro viajan en forma de ondas y transmiten energía e información. La luz puede viajar a través del vacío y lo hace a gran velocidad, mientras que el sonido necesita de un medio material para transmitirse. Una y otro tienen un papel fundamental para los seres vivos del planeta, que los utilizan para comunicarse con su entorno. De hecho, más que «transmiten energía» deberíamos decir que son energía, energía en movimiento a mayor o menor velocidad. De esa energía está hecho nuestro mundo y lo que vemos, oímos y tocamos es esa energía vibrando a distintas velocidades. De ello hablamos en la entrada «La energía que somos«.

En una Logia masónica, al abrir los Trabajos en Primer Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, se reproduce este pequeño diálogo:

Venerable Maestro:

  • Hermano Primer Vigilante, ¿qué pedimos cuando entramos por primera vez en el Templo?

Primer Vigilante:

  • La Luz, Venerable Maestro.

Venerable Maestro:

  • Que esa Luz nos ilumine. Hermanos Primer y Segundo Vigilantes, os invito a uniros a mí en el Oriente para encender nuestras antorchas y hacer visibles las Estrellas. Hermano Maestro de Ceremonias, vos golpearéis con la vara a cada invocación.

El Venerable Maestro se dispone a encender los tres pilares, Sabiduría, Fuerza y Belleza, ayudado por los dos Vigilantes, el Experto y el Maestro de Ceremonias. Algo muy importante y difícil de explicar está a punto de suceder, y tiene mucho que ver con la Luz y el sonido.

Juntos, recrearán el Génesis en la Logia encendiendo las velas (las «estrellas») de los tres pilares que sustentan el trabajo de los obreros: la Belleza de los Aprendices, la Fuerza de los Compañeros y la Sabiduría de los Maestros, como explicamos en la entrada «Hacer visibles las Estrellas«:

– «Que la Sabiduría presida la construcción de nuestro edificio»

– «Que la Fuerza lo sostenga»

– «Que la Belleza lo adorne»

Mientras se pronuncian estas tres invocaciones por parte del Venerable Maestro, el Primer Vigilante y el Segundo Vigilante, son encendidos cada uno de los pilares y se va iluminando el Templo.

Pero además, tras cada invocación, el Maestro de Ceremonias golpea el suelo con su vara. Este gesto no es gratuito. Nada de lo que se hace o se dice en Logia lo es. Como explicamos en «La espada: fuego y agua«, la vara del Maestro de Ceremonias tiene el poder de conectar el Cielo con la Tierra, la energía que viene de arriba con la que viene de abajo, produciendo un circuito ininterrumpido. Con su vara, el Maestro de Ceremonias se asegura de que la energía que viene de arriba como Luz y es transmitida desde la Luz Eterna, situada en la esquina Nordeste de la Logia, a los tres pilares del centro, no se quedará ahí sino que, a su vez, será transmitida a cada uno de los miembros de la Logia, sentados en las Columnas del Norte y del Sur. Esa segunda parte de la transmisión, ya en la materia, sobre el pavimento mosaico, se produce en forma de sonido.

El circuito ha quedado establecido. De no ser así, la energía que viene de arriba como Luz se quedaría en los tres pilares y no bajaría a la tierra, al pavimento mosaico, donde debe ser generativa y dar fruto.

El enraizamiento

Es lo mismo que ocurre al abrir una sesión de Reiki. El terapeuta realiza lo que se llama «enraizamiento». Cuando ya tiene al paciente sobre la camilla, preparado, relajado y con los ojos cerrados, se separa un poco de él y fija los pies en el suelo, las piernas ligeramente abiertas, los brazos hacia arriba y también las palmas. Es su manera de establecer el mismo circuito de energía, visualizando la Luz blanca que viene de arriba y se derrama sobre él y, a la vez, visualizando sus pies firmemente enraizados en la tierra, transmitiendo y a la vez, recibiendo también energía. Una vez establecido el circuito, hará un «centrado del corazón» en posición Gassho, apuntando mentalmente el circuido energético sobre el paciente, antes de empezar a imponerle las manos.

En «Sobre Reiki, Zeus y el mercurio«, explicábamos que la palabra Reiki significa la energía universal que viene del Cielo y cae sobre la tierra, haciéndola generativa. Esa energía, en forma de Luz, es la que se manipula también en una Logia masónica al abrir los trabajos. Su finalidad es hacer generativa la tierra, ha de ser transmitida no solo a los tres pilares sino también a cada uno de los masones sentados en las Columnas. En el Reiki, el objetivo de la energía es el paciente, y el terapeuta es solo un canal, ni pone ni quita nada y su papel es importante solamente como transmisor.

Porque como hemos dicho también en otras ocasiones, la Inteligencia Universal (el Gran Arquitecto del Universo, Dios, la Energía, el Cosmos, la Naturaleza, la Consciencia… que cada uno lo llame como prefiera) quiere que nuestro papel sea activo y significativo. Pudiendo hacer las cosas por sí misma, opta por darle al ser humano un papel activo e imprescindible para obtener el resultado final. Eso es algo sorprendente, casi inverosímil, aunque totalmente cierto, que nos dice mucho de nuestro papel en este mundo.

Para finalizar esta entrada, quiero citar las palabras de una Aprendiz de mi Logia y agradecerle la plancha de la que proceden, titulada «Invocaciones del ritual».


«… Pero esta luz no proviene del astro, sino de la Estrella eterna. El Maestro de Ceremonias, después de cada invocación, da un golpe de vara, uniendo el cielo con la tierra, como creando una especie de conexión, de canal, el cual termina iluminando todo.
Algo acaba de pasar, no estoy segura de qué es, pero puedo sentirlo. Es como si una energía proveniente del suelo (a mí todo siempre me viene del suelo) entrase por mis pies e invadiera mi ser, inundándome de una tranquilidad aplastante».

No te quepa la menor duda, Hermana, de que «como es arriba es abajo», y de que esa energía que notas que te entra por los pies no va a aplastarte ni a darte tranquilidad, sino todo lo contrario. Es el germen de tu transformación, el motor de todo el trabajo -inmenso, entusiasmante, insustituible- que ya has empezado y que te espera.

La imagen que ilustra esta entrada corresponde a los tres pilares de la Respetable Logia Logos nº 53, en el Oriente de Palma de Mallorca.

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