… en siete partículas interrogativas y una interjección
En el periodismo, las noticias se construyen sobre seis partículas interrogativas llamadas las “seis W” por su nombre en inglés. Ellas son la base sobre la que se edifica, en forma piramidal, desde el titular al punto final, el relato del artículo o el reportaje.
Cualquier profesión profana interesa poco en este blog, pero he querido recurrir a esta herramienta del lenguaje periodístico, las partículas interrogativas, para encabezar siete relatos, poemas, anécdotas o historias sobre cuya interpretación, pienso, se puede construir también el libro de ruta de un fancmasón.
Permitidme, pues, este juego. El que tenga oídos para oír…
1ª partícula: ¿Quién?
Cuentan que George Washington solía salir a pasear por el jardín de rosas de la Casa Blanca.
Cuando lo hacía al mediodía en punto, solía cruzarse con el jardinero encargado de abonar la tierra de los macizos de rosas.
El jardinero le saludaba:
– Buenos días, Señor Presidente
Y George Washington le respondía:
–Buenos días, Venerable Maestro
(Anécdotas de G. Washington)
2ª partícula: ¿Qué?
Cuenta un cuento egipcio que tres obreros estaban trabajando en la construcción de una represa en un punto del río Nilo. Era un momento de inquietud política en el antiguo Egipto, porque había rumores de que los hititas estaban en la frontera del país con la intención de invadirlo.
Los tres obreros, mientras levantaban la represa, hablaban de la situación:
–«Yo lo que haré será vender mis cosas, coger a mi familia y salir del país mientras pueda, antes de que entren los hititas», dijo el primero.
–“Yo lo que haré será alistarme en el ejército del faraón y luchar por nuestra tierra y nuestras fronteras”, dijo el segundo.
–“Yo – dijo el tercero- seguiré construyendo esta represa, porque sea quien sea que viva en Egipto dentro de 20 años, necesitará parar aquí las aguas”.
(Cuento egipcio, Mika Waltari, del que no he encontrado referencia)
3ª partícula: ¿Para qué?
Érase de un marinero
Que hizo un jardín junto al mar,
Y se metió a jardinero.
Estaba el jardín en flor,
Y el jardinero se fue
Por esos mares de Dios.
(Parábolas, Antonio Machado)

4ª partícula: ¿Dónde?
–Minino de Cheshire, ¿me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?– preguntó Alicia educadamente.
–Eso depende de adónde quieras llegar – contestó el Gato.
–A mí no me importa demasiado adónde… – empezó a explicar Alicia
–En ese caso, da igual hacia dónde vayas – interrumpió el Gato.
-… siempre que llegue a alguna parte. – terminó Alicia a modo de explicación.
–Oh! Siempre llegarás a alguna parte –dijo el Gato-, si caminas lo bastante.
(Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll)
5ª partícula: ¿Por qué?
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
(Ítaca, C. P. Cavafis. Antología poética)
6ª partícula: ¿Cuándo?
Tu existencia es nada y “nada” no es añadido alguno a una cosa, temporal o no. El profeta ha dicho: “Tú no existes ahora y tampoco existías antes de la creación del mundo”. La palabra “ahora” significa, como presente absoluto, la eternidad sin comienzo y sin fin.
La realidad sólo es posible en el “ahora”, que no es tiempo, sino existencia verdadera.
(Tratado de la Unidad, Ibn Arabi, traducido y comentado por Roberto Pla)

7ª y última partícula: ¿Cómo?
Mi corazón adopta todas las formas: unos pastos para las gacelas y un monasterio para el monje.
Es un templo para todos los ídolos. La Kaaba del peregrino, las tablas de la Torá y el libro del Corán.
Sigo sólo la religión del amor, y hacia donde van sus jinetes me dirijo, pues es el amor mi sola fe y religión.
(El intérprete de los deseos, XI, Ibn Arabí)
Y ahora, la interjección
!Recórcholis! O quizá !Puñeta!
Seguro que todos habéis tenido esa sensación, cuando sois conscientes de que algo falla, de que habéis hecho algo muy mal a pesar de todo lo aprendido…
Bien, pues dice Jelalu’ddin Rumi:
Ven, acércate, quienquiera que seas;
Caminante, devoto orador, amante de la vida,
No importa quién seas.
La nuestra no es una caravana desesperanzada.
Ven, aun cuando miles de veces hayas violado tu voto.
Ven, acércate una vez más, ven.
Conclusión
Como me dijo alguien hace ya mucho tiempo: «En la Masonería la perseverancia es una virtud muy valorada, pero también lo es la paciencia».
Por lo tanto, estudia y persevera, porque solamente el trabajo importa. Seas quien seas, si buscas sincera y perseverantemente, ten por seguro que hallarás.
