Conócete a ti mismo

Los iniciados buscan la Luz. Pero, ¿quiénes son los iniciados? La definición más básica es que son aquellos que han pasado por una Iniciación… hay muchos tipos de iniciaciones, de escuelas distintas que recurren a este tipo de ritual para convertir de profanos a iniciados a las personas que quieren acceder a ellas.

Todas estas escuelas se definen, sin embargo, por la Tradición y suelen venir de lejos. El bautismo cristiano tenía al principio un carácter necesariamente iniciático, ya que era el interesado quien lo pedía y se sometía a él voluntariamente, para convertirse en miembro de la comunidad. Lo mismo ha ocurrido y ocurre todavía en muchas tradiciones religiosas, filosóficas y esotéricas. Esotérico en realidad quiere decir solamente oculto, que no es visible o cognoscible a simple vista. Es lo contrario a lo exotérico, a lo exterior y visible.

La Iniciación

¿Y en qué consistía y consiste la iniciación? Salvando las distancias entre tradiciones, escuelas, ritos, tiempo y culturas, la iniciación tiene características comunes que la definen. Por necesidad tiene que ser una decisión tomada libremente, sin ningún tipo de coacción. En la Masonería, por ejemplo, se dice que quien quiere ser iniciado en la orden debe ser «libre y de buenas costumbres».

Templo de una logia masónica que trabaja el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Suele consistir en un ritual por el que la persona que se está iniciando pasa, simbólicamente, de un estado a otro. Por eso en las iniciaciones suele estar presente una muerte simbólica y luego, un renacimiento también simbólico. En realidad, la persona que se inicia empieza un viaje, que es el sentido de la palabra «iniciación», un viaje hacia su interior, hacia ese conocido lema que podía leerse en el frontispicio del templo griego de Delfos: «Conócete a ti mismo«.

¿Por qué? Pues porque el conocimiento auténtico de uno mismo puede llevarnos al conocimiento de todo lo demás, «del Universo y los dioses», como se leía en ese templo. La frase no se refiere a conocer mejor a nuestro personaje mundano desde el punto de vista psicológico moderno, sino que va más allá y más adentro, y pretende que ese conocimiento fije en la consciencia del iniciado cuál es su papel en el mundo, su papel como ser humano sometido temporalmente a las condiciones de la materia pero conformado también por el Espíritu. Su papel como mediador entre lo que está «arriba» y lo que está «abajo», su responsabilidad individual en el trabajo de construcción principalmente de sí mismo, pero también de la sociedad humana porque lo que cada uno de nosotros lleguemos a ser influirá en nuestro entorno.

Herramientas y conocimiento

La iniciación es un camino que empieza en un momento dado y que conlleva compromiso, trabajo y responsabilidad. Una persona no deja de ser nunca un iniciado, aunque deje de pertenecer formalmente a la escuela que lo inició. Precisamente porque lo que confiere la iniciación, las herramientas que muestra y pone a disposición del iniciado, si se hace de acuerdo a la Tradición, va más allá de la pertenencia formal a una organización determinada.

Los conocimientos que la Iniciación confiere son esotéricos precisamente porque se reservan a los iniciados, están ocultos para los demás. Son conocimientos, y sobre todo herramientas simbólicas o prácticas para obtenerlos, que pretenden responder a las grandes preguntas de la Humanidad: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el sentido de todo esto? ¿Por qué lo que está vivo debe morir? ¿Qué es la muerte?…

De todo esto seguiremos hablando aquí.

«Te advierto, quien quiera que fueres. ¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros. ¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los Dioses»

Del Oráculo del templo de Apolo en Delfos

P.S: Gracias a mi querida amiga Sonia Rotger por la foto que encabeza este artículo. Cerradura y a través de ella, polea de la cisterna de Ca’l Bisbe, Ciutadella.

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